CAPITULO 65 ___________________________ FIC 1 SEMANA 7 DIAS

Había cambiando.

Era el comentario que todo el mundo me hacia una y otra vez.

La gente que me conocía sabia por lo que lo decía y los que no me conocían lo decían por mi mirada, recuerdo que en una entrevista la presentadora me comentó que mi mirada había perdido el velo de melancolía, que se me veía feliz.

Y tenía toda la razón.

Durante toda mi vida me he sentido como un bicho raro, me sentía fuera de sitio, mi estilo y mi forma de ver la vida siempre ha causado rechazo en la gente.

Pero hoy soy feliz.

Apenas faltaban un par de semanas para que se cumpliese un año de mi vida como “casado”, y lo pongo entre comillas, por lo que todo el mundo pensaba de esa supuesta boda, pero para mi y para Silvia era una boda real, no nos hacia falta nada mas para sentirnos unidos y eso era lo único que hoy por hoy contaba para mi.

Habíamos pasado un año increíble, habíamos estado juntos casi las 24 horas del día, y no había cambiado nada entre nosotros, seguíamos manteniendo esa chispa en la mirada y ese deseo cuando nos tocábamos, habíamos logrado un grado de compenetración y de confianza que antes jamás había tenido con nadie.

Era mi amiga, mi amante, mi confidente y mi mujer.

El año que había transcurrido lo habíamos pasado tranquilos, estábamos con la confección del nuevo cd y eso hacía que nos mantuviésemos en un mismo sitio, y que nuestra vida fuese de lo más normal.

Para mi el simple hecho de levantarme por las mañanas y verla me hacía sentir vivo.

Durante un tiempo se me pasó por la cabeza la idea de comprar una casa para nosotros dos y marcharnos los dos solos y juntos, cosa normal, por que como dicen el casado casa quiere, y sobre todo intimidad, pensé que tal vez para Silvia tener a mi hermano y todas sus cosas y sus manías por medio sería un problema, pero nada mas lejos de la realidad, Tom era como parte de nosotros, de nuestra relación, su presencia se había convertido en algo normal y yo casi daba gracias al cielo por ello, pues la simple idea de separarme de mi hermano me hacía daño, y sabía que aunque el jamás lo reconociese sentía lo mismo que yo.

El siempre respeto nuestra intimidad y los limites de nuestra habitación, su relación con Silvia era extraordinaria, tenían un gran grado de complicidad entre los dos. Silvia en ocasiones bromeo diciendo.

-       son tan idénticos, que si conoces a uno conoces a otro.

Y era completamente verdad, yo era mas exterior y Tom lo mantenía todo más para su interior, pero en el fondo los dos éramos iguales.

Durante unos meses todo eran como unas vacaciones, pero pronto Silvia se empezó a sentir incomoda, se había convertido en una mujer casada que dependía de su marido, o al menos eso es lo que ella decía, cosa que para mi no tenia importancia, por que lo mio era suyo, eso estaba mas que claro, pero ella no se sentía cómoda, se aburría todo el día sin tener nada que hacer, así que poco a poco y medio a rastras la empecé a llevar conmigo al estudio.

Al principio se sentaba con David o con los chicos de sonido y los observaba, aprendía mucho de ellos, por que si algo tenia esta chica es que se quedaba con todo.

Sus conocimientos de música también nos venían muy bien a nosotros, y muchas veces pude ver a mi chica y a mi hermano sentados en el jardín tocando la guitarra juntos y componiendo melodías, y no es por que fueran de ella, pero he de reconocer que todas me gustaban.

Sin embargo con migo era distinto, a mi no me solía ayudar con las letras, según ella teníamos ideas distintas y ella prefería escuchar la mías que eran mas románticas que las suyas que eran mas frías y calculadoras, cosa en la que jamas estuve deacuerdo con ella.

Mi familia la doraba, mi abuela era autentica devoción lo que sentía por ella, pero es que Silvia era tan cariñosa con ella.

¿Cómo no la iba a querer? Era imposible no quererla.

Mi madre se sentía bien, decía que desde que Silvia había llegado a mi casa, ella dormía tranquila, por que sabia que había una cabeza sensata en la casa.

Y tenia razón, en ese tema tenia razón, jamas en la casa había habido tanto olor a hogar como desde que ella estaba, había olor a tostadas y café, a comida del medio día, a palomitas para una sesión de cine.

Todo funcionaba bien.

Pero yo tenia una espinita aun clavada, me daba coraje sentirme tan bien y ver a mi hermano tan solo, tan solo en tema de pareja, pues creo que en tema familiar nunca lo había visto tan integrado.

Tenia su rollos, eso siempre, salir y ligar eran dos cosas que venían de la mano, pero ninguna chica le había llegado a ese corazón roto que un día alguien le rompió.

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Durante tanto tiempo estuve buscando mi sitio en el mundo, busque por tantos sitios y de tantas formas diferentes.

Quien me iba a decir a mi que esa vida de “casada” era la que en realidad me iba a hacer ser feliz de verdad.

Que ese chico extraño que un día me encontré en el jardín de mi casa era el que me iba ha hacer feliz de verdad

Que después de tanto dolor y tanta tontería conseguiría ser feliz.

Siempre luche por ser autosuficiente, y tener algo que hacer en el mundo, así que después de unos meses sin hacer nada y otros ayudando y aprendiendo como iba todo este mundo me convertí un poco en la asistente de Bill y Tom y en el como decirlo, la ayudante de su representante, creo que si, se podría decir así.

David había empezado a confiar en mi y en mi forma de hacer las cosas, decía que tenia vista empresarial, yo no lo creía así, pero me mantenía ocupada y eso me hacia sentir bien, no quería estar todo el día pendiente de Bill y de si llegaba a casa o si no, de si lo acompañaba al estudio o no.

Yo empecé a encargarme de sus campañas publicitarias, sus sesiones de fotos y demás contratos que ellos dos tenían fuera del grupo.

Mi adaptación a aquel mundo y sobre todo a aquel país se la tenia que agradecer sobre todo a María, tener una amiga siempre cerca ayuda en todo.

Las dos juntas vivíamos el día a día de los chicos, asistíamos a algunas de sus escasas actuaciones y salíamos de fiesta, sobre todo eso, fiesta fiesta, que somos jóvenes y hay que divertirse.

-         te diste cuenta que llevas ya casi un año aquí?

-         Si.

-         Te voy a confesar una cosa, siempre pensé que saldrías corriendo, cuando llegastes con Bill con vuestros anillos tatuados y vuestra extraña boda, dije, esto no dura.

-         Por que?

-         Porque tu no eres así, tu siempre fuiste peleona y no me hacia a la idea de verte a la sombra de Bill.

-         Yo no estoy a la sombra de Bill.

-         Y eso, eso exactamente es lo que os ha salvado, que tú te abrieras tu camino y andases por si sola es lo que te ha hecho sentirte en Alemania como en tu casa.

-         Jajjaj, te confieso una cosa, hubiese estado a la sombra de Bill perfectamente.

-         No mientas.

-         No miento, es verdad, María lo quiero, con el todo es verdadero y bonito y me daría igual todo por estar junto a el.

-         De verdad seria la típica mujer que no hace nada?

-         Noooo.

-         Ves.

-         No, pero podría.

-         Jajjaja, no te lo crees ni tu.

-         Ustedes dos siempre están riendo- dijo Gustav haciendo su aparición en el jardín de la gran casa que se habían comprado estos dos, dejaron su pisito en el centro y se trasladaron aun gran casa con una piscina que yo amaba, y mira que nosotros también teníamos piscina, pero no era lo mismo, la casa de Gustav y María se había convertido en el centro oficial de todos, Georg y su chica y nosotros estábamos allí mas casi en nuestra propia casa.

-         Gus cariño, contéstame sinceramente a una pregunta.

-         Dime nena?

-         Tu crees que si Silvia no hubiese empezado a trabajar con David aun estaría aquí?

-         Si.

-         Si!!!!!

-         Ves la única que no lo cree eres tu, eres una bruja.

-         Yo creo que estaría aquí, pero se hubiese buscado alguna otra cosa, estaría trabajando en cualquier otra cosa, o volando por los cielos con sede en Alemania, algo, pero realmente sin hacer nada no, hubiese vuelto loco a Bill.

-         Jajjajajjajaj, por que hubiese vuelto loco a Bill?

-         Venga ya Silvia, tu lo sabes, Bill decidió empezar a llevarte al estudio y le pidió a David que te diese algo por que ya lo estabas empezando a volver loco.

-         Que?

-         Te aburrías, todos lo entendemos.

-         Bill le pidió a David que me diera algo?

-         Cariño creo que tu bocaza salio otra vez.

-         Silvia no te enfades, yo…..

-         No me enfado no te preocupes.

Y era verdad no me enfadaba, sabia que detrás de aquello habría una explicación, pero no me gustaba estar en un sitio por enchufe, Bill nunca me dijo nada sobre eso.

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Todo el la vida tiene un tiempo, una fecha de caducidad, y el dolor, aunque en ocasiones dura mas, también tiene su tiempo.

Según pasaban los días mi estado de animo era menos fingido, me refiero a que cada día mi sonrisa era memos falsa, ya no cambiaba tanto mi cara al cerrar la puerta de mi habitación.

Volver a mi casa fue una gran idea, pero he de confesaros a todas/os que creo que la mejor idea fue, salir ese día, a esa hora y en ese avión de Alemania.

Si hubiese sido de otra forma o en otro momento no hubiese conocido a Eric, y hoy por hoy no se que seria de mi sin el.

Su amistad, sus historias y su forma de escuchar mis problemas habían sido un gran descubrimiento, nunca antes había  conocido a un chico con tanto tacto, tanta sensibilidad, yo creía que ese tipo de chicos no existían ya.

Un año!!!!, Se dice pronto, pero ya hacia un año que había regresado, y aunque la imagen de Tom me seguía persiguiendo en sueños, lo había superado, era capaz de reír y de vivir otra vez sin mirar al pasado.

-         porque sonríes?

-         Perdona!!!!!!

-         Que, porque sonríes?

-         No sonrío.

-         Claro que sonríes, estas como una tonta mirando por la ventana, esperas a alguien?

-         No.

-         Seguro?

-         De verdad!!! Que pesada que estas hoy.

Carmen mi compañera de piso era una chica fantástica. De este tipo de chicas que mira siempre la vida con una sonrisa perfecta, nunca tenia una mala cara, nunca pasaba por un día malo, nunca o al menos eso es lo que dejaba ver al mundo.

Ella era Española estaba aquí terminando sus estudios, o al menos esa era la idea, por que si en algo flojeaba era en terminar la carrera. Tener un padre adinerado era su salvación, por que si no, no seria capaz de mantener su estilo y ritmo de vida.

Yo tras mucho intentar terminar mis estudios estaba a punto de conseguirlo, en unos días seria por fin una licenciada mas en el mundo buscando trabajo.

-         Esperas a Eric?

-         Si.

-         Veeeeeeeees, no me equivocaba, tu cara de niña tonta mirando por la ventana, sabia que ese era el motivo.

-         Carmen en serio, te equivocas.

-         De verdad?

-         Te lo vuelvo a explicar por , por, por, ni se ya que numero es.

-         1000.

-         Si tal vez un millón, no tengo nada con Eric, es un amigo, tan solo un buen amigo.

-         Entonces no te importaría que yo intentase algo con el.

-         Que? Enserio?

-         Venga Nahomi, despierta el chico esta de lujo y tu lo llevas desperdiciando, no se ni cuanto tiempo.

-         Un año.

-         Un añooooo!! Enserio? Vaya de verdad que el tiene que estar muy colado por ti.

-         No.

-         A veces no se si eres tonta o de verdad te lo haces. Ningún chico es el mejor amigo de una chica si no busca algo.

-         Te equivocas otra vez.

-         Lleva un año escuchándote, comprendiéndote, viendo contigo esas estúpidas películas melancólicas, y no te has dado cuenta de que lo que el chico quiere es el beso del final?

Mas de una vez me lo había planteado, mas de una vez lo había pillado mirándome mientras creía que dormía en su regazo, mientras le hacia tragarse una película sensiblera. Pero el nunca, nunca, nunca había dado señales de otra cosas.

Bueno analicemos la cosa bien, tampoco es que hubiese estado tanto tiempo juntos, el viajaba mucho, casi estaba mas tiempo fuera que allí, pero nuestro chat, nuestro wasap y nuestro teléfono se ponía ardiendo cuando no estaba allí.

Tal vez me había acostumbrado a el, a tenerlo cerca aunque estuviese lejos, pero algo mas entre los dos? No se. Pero con otra? No con otra tampoco lo quería.

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Je

Que voy a contar?

Para mi en este año no había cambiado nada.

Seguía siendo el mismo, seguía viviendo la vida lo mejor que podía y trabajando mucho.

Bueno!! Venga, voy a reconocer que estaba bien, me encantaba estar con Bill y Silvia me sentía en familia, agradecía tanto que jamas dijeran de dejarme solo.

M encantaba llegar a casa y escucharla cantar, oler el café y la comida y adoraba escucharla chillarme desde la planta de arriba cuando le gastaba una de las mías, que he de reconocer que era muy a menudo, me divertía meterme con ella.

Un día le llene de espuma de afeitar las zapatillas de casa, otro día mientras dormía le pinte un bigote, en otra ocasión le metí una gorra negra entre su colada de blanca, aunque eso fue un error por mi parte por que lo que peor salio fue mi gorra, pero no os creáis que ella se frenaba, no, recuerdo que lo peor que me hizo fue una mañana, Salí de la ducha que parecía un pitufo, aun recuerdo las risas de Bill y de ella, pero eso tampoco es que saliese bien del todo, pues teníamos una entrevista Bill y yo unos días después y yo no pude asistir, pues el puto tinte aun no había salido.

Después de esa entrevista recuerdo que salieron lo típicos comentarios, de que si mi hermano y yo habíamos discutido por no estar deacuerdo en los demás para el cd y por eso había acudido el solo a la entrevista. Anda que si llego a salir y les cuento que nada mas lejos de la realidad, que no había acudo a la entrevista por que mi hermano y su mujer me habían disfrazado de pitufo gruñón sin mi autorización.

Os imagináis el caos.

Bill y Silvia aun seguían manteniéndolo todo oculto, la alianza de Bill se había ocultado tras unos guantes distintos cada vez que aparecía en público, y rara vez era pillado por la calle.

Silvia se había convertido en nuestra asistente personal así que verla con nosotros para la gente del mundillo era muy normal y no le echaban muchas cosas.

Si si, ya lo se, estoy hablando mucho de mi hermano y de su pareja, y si tal vez sea por que en realidad quiero ocultar como estoy, y creo que eso es lo que llevo haciendo todo el año, creo que me he refugiado en ellos, me he convertido como dice Georg en su hijito adoptivo al cual Silvia mima por que esta solito y Bill protege por que no quiere que nadie le haga daño, quien lo iba a decir, Bill me protegía a mí, mi hermanito se había convertido en todo un hombre, y en realidad era así, estaba mas gordito y mas cachas.

Si si otra vez hablando de el.

Bueno en fin……………………..

Si,

Si

Aun pensaba en ella, pero que quereis? Creo que es la única chica que ha llegado a mi corazón, con la única chica que he estado tanto tiempo.

Mil veces estuve por llamarla pero mil veces me decía a mi mismo que ella fue la que me dejo y se fue, y si eso era lo que quería seria por que en realidad no me quería lo que ella decía que me quería

Un trabalenguas

Como mi vida, todo un jaleo.

Y aun se había convertido en un jaleo mas grande desde el día que me tropecé con ella.

En dos ocasiones, las cosas de la vida habían hecho que nos tropezásemos en dos ocasiones, una en una calle de Los Ángeles, durante uno de nuestros viajes y otra en el aeropuerto, en los dos encuentros ella corría, pero de distinta forma, juraría que la primera vez que la vi estaba asustada, el coche se le había quedado sin gasolina, cosa curiosa por otra parte, era una chica tan bella, rubia de pelo largo y cara de ángel, no sabia porque pero su recuerdo se cruzaba por mi cabeza al igual que el de Nahomi. Cuando andaba por la calle miraba a todas las chicas rubias de pelo largo para ver si la encontraba, por que si algo tenia seguro, era que su vuelo era el mismo que el mio, así que viajo a Alemania igual que yo.