Nuestra web de cabecera DestinoRock arrancaba por aquellos días y los planes y las ideas se nos acumulaban por miles. En un encuentro para la prensa (nunca nos consideramos como tal porque nunca lo fuimos pero dábamos el pego la mar de bien) tuvimos una breve reunión con algunos integrantes del grupo germano. Nuestra compañera Bettina comenzó a explicar a Bill Kaulitz su idea de hacer una subasta en la web de objetos personales de artistas para reunir fondos para la ayuda de afectados de una enfermedad concreta.
Bill no dejó de atenderla en los minutos en los que Bettina le pintaba con palabras la idea a conseguir y finalmente y haciendo gala de una inocencia a prueba de bomba, el lider de Tokio Hotel le preguntó si le tenía que dar la chaqueta que llevaba puesta…
No se llegó a concretar la subasta de objetos pero queda para el recuerdo el desinterés de un chaval al que la prensa ya subía al olimpo de los Dioses y que en el trato directo no dejaba de ser un joven con un gran corazón y generosidad.
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